domingo, 25 de marzo de 2018

¡HUEVO, HUEVO, HUEVO!


En la vuelta de Blas Giunta al Fragata Sarmiento, Almirante Brown consiguió un triunfazo por 2 a 0 frente a Talleres (RE), con los goles de Hernán Ruquet y Cristian Núñez. Tres puntos de oro, que sirven para estirar la ventaja a cuatro puntos sobre Villa San Carlos en la pelea por zafar del descenso.



El más ganador de la historia, para en el momento más complicado de la historia. Eso era lo que reclamaba hace tiempo el hincha aurinegro, y en la tarde de hoy, se dió el gusto de ver a Giunta sentado nuevamente en el banco, y festejar una victoria con sabor a alivio, como hace más de una rueda no sucedía en Casanova.


El partido siempre fue bravo, porque a pesar de que el Mirasol salió de entrada con actitud de proponer, el rival no se quedó atrás, y tuvo las más claras de la primera etapa. Aunque, esta vez, los planetas se alinearon, y la suerte que faltó el otro día en Barracas se hizo presente hoy en el arco de Mattalia, que sacó dos bochas en la línea con destino de gol y alcanzó a desviar otra que terminó pegando en el travesaño.


En el entretiempo, Blas movió de lugar algunas fichas y la canción fue otra. Con una ráfaga demoledora, el conjunto aurinegro pegó dos veces en los primeros minutos del segundo tiempo y sentenció el destino del partido. El primero llegó vía pelota parada, con un cabezazo certero de Hernán Ruquet para abrir el marcador. Y dos minutos más tarde, el Ogro Núñez estiró la diferencia tras desparramar a su marcador y definir con un remate cruzado que terminó en el fondo de la red.



Con la tranquilidad que le brindaba el resultado, La Fragata se soltó y hasta mostró pasajes de buen juego. Incluso pudo haber aumentado la ventaja, pero tanto Guillermo Ocampo como el Gurí García no pudieron concretar sus oportunidades. El rival, por su parte, se fue desinflando a medida que corría el reloj, y solo llegó dos veces, pero siempre chocó contra los guantes de un seguro Mattalia.


Triunfo que cotiza en bolsa para el contexto apremiante que vive el Mirasol por estos tiempos. Con apenas tres días de trabajo, el nuevo cuerpo técnico que conforman Blas Giunta y Carlos Zavaleta, ya logró cambiarle al ánimo a un equipo que estaba descendido psicológicamente. Ahora, el objetivo será ratificar lo bueno que se hizo esta tarde y corregir los errores, sobre todo de la defensa.


En ese sentido, el conjunto aurinegro deberá prepararse para la próxima final que se le viene, cuando visite a Defensores de Belgrano el sábado 31/3 a las 16.00. Pero antes, habrá que estar atentos al televisor, haciendo fuerza por los rivales de Villa San Carlos y Sacachispas que juegan mañana, e intentaran no perder terreno en esta lucha que promete ser dura hasta el final.

Matías Albin. La Voz del Hincha Mirasol